Zona: Sur
Area Protegida:Área Guaraní del Manejo del Agua de la Serranía Irenda
A orillas del majestuoso río Parapetí, en la región de Parapitiguasu, se encuentra una enigmática formación rocosa conocida por los lugareños como La Calavera. Este impresionante afloramiento natural ha llamado la atención tanto de habitantes locales como de visitantes por su forma peculiar, que recuerda al cráneo de un ser humano, de ahí su nombre. Esculpida por siglos de erosión eólica e hídrica, La Calavera es testigo silencioso del paso del tiempo y de la interacción constante entre la naturaleza y la geografía chaqueña. Su superficie, marcada por grietas, huecos y cavidades, refleja los efectos del clima semiseco de la región, caracterizado por fuertes vientos y lluvias estacionales que han moldeado la piedra con formas caprichosas. Además de su atractivo visual, la formación tiene un valor simbólico para las comunidades guaraníes que habitan la zona. Algunos relatos orales le atribuyen significados espirituales, considerándola un sitio de energía o un punto de conexión con los ancestros. Si bien no se ha documentado oficialmente un uso ritual, el respeto hacia la roca es evidente entre los pobladores. Parapitiguasu, situada en el chaco boliviano, es una zona rica en biodiversidad y cultura indígena. La Calavera se suma a este paisaje como un ícono natural que invita a la contemplación y a la reflexión sobre la historia geológica y cultural del lugar. Hoy en día, La Calavera no solo es un atractivo natural, sino también un punto de interés para investigadores, ecoturistas y defensores del patrimonio natural. Su conservación es importante no solo por su belleza, sino por el valor que representa como símbolo del vínculo entre la tierra y las personas que la habitan.
registrado por: Cesar Augusto Pizarro Rios
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